Analizando Flujos de Efectivo Reales
a inflación en una economía afecta a todos las empresas. En la mayoría de los casos negativamente. No se trata tanto de los precios aumentando sino de que el dinero pierde valor.
Es un tema relevante del cual se ha hablado mucho en los últimos meses y que recién ahora pareciera estar solucionándose, con la inflación bajando a una tasa del 3% con respecto al año anterior, de acuerdo a los últimos datos del CPI en Estados Unidos.
Algunos medios, atribuyen esta bajada en la inflación a la constante caída en los niveles de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos, que ya se encuentra en los niveles más bajos desde los últimos 40 años.
Sea cual sea la razón de esta última bajada, seguramente la inflación será un fenómeno recurrente durante la próxima década y, como inversores, debemos estar preparados para entender las implicancias que puede tener a la hora de evaluar el potencial de una empresa.
La clave para poder realizar una buena evaluación del impacto de la inflación es tratar de prever si la empresa podrá mantener sus flujos de efectivo en términos reales. Dichos flujos de efectivo deberían aumentar al menos al mismo ritmo de la inflación para no perder poder de compra.
¿Cómo se generan estos flujos de efectivo? Básicamente, a través de la capacidad de la empresa de generar y capturar valor. Para ello, uno de los factores más importantes es la habilidad para transferir el aumento de precio a los clientes sin perder volumen de ventas.
Sin embargo, hay otros factores que también pueden afectar los flujos de efectivo de la empresa en un entorno inflacionario. Veamos cuáles son.
Capacidad para reducir costos
Si la empresa no tiene la capacidad de aumentar los precios, entonces su otra alternativa es disminuir costos o al menos lograr que aumenten menos que la tasa de inflación. Esto va a depender en gran medida de la industria en la que se encuentre y cuánto poder de negociación tenga la empresa frente a sus proveedores o frente a su fuerza laboral.
Materias Primas
En estos casos, es importante analizar la estructura de costos del negocio y entender qué porcentaje de los costos son variables y qué porcentaje son costos fijos. Una mayor proporción de este último tipo sin dudas dificulta la tarea.
En un artículo anterior, vimos cómo calcular y entender la influencia de la estructura de costos en relación a la capacidad de la empresa para afrontar diferentes entornos económicos. Puedes hacer clic aquí para revisarlo.
Salarios
Lo importante a analizar en el caso de los salarios es, en primer lugar, cuán determinante es la fuerza laboral dentro de la estructura total de costos de la empresa.
Una compañía que se especializa en brindar servicios de ingeniería IT, por ejemplo, va a depender en gran medida de cómo se mueven los salarios en la industria, ya que su modelo de negocio depende exclusivamente del capital humano.
El segundo factor a tener en cuenta en relación a la fuerza laboral, es el grado de sindicalización de los empleados. En países donde los sindicatos tienen gran poder de negociación, contar con una fuerza laboral sindicalizada puede ser una desventaja desde el punto de vista de la rentabilidad de la empresa a la hora de controlar costos.
Otros factores a tener en cuenta a la hora de analizar influencia de costos laborales son:
- incrementos en el salario mínimo (si hay cambios en estas regulaciones, puede afectar los salarios de todos los empleados)
- incrementos en los beneficios extra salariales o paquetes de beneficios,
- competencia para retener empleados (en industrias con mucha competencia por el recurso humano, no ajustar por inflación puede ser en detrimento de retener a los empleados).
Capex o inversión en activos de largo plazo
Hay empresas que deben realizar inversiones en capex para poder seguir operando y, muchas veces, estas inversiones pueden ser muy significativas en comparación con el tamaño de la empresa.
Capex (capital expenditures, en inglés) básicamente se refiere a inversiones en activos fijos, que generalmente pueden ser maquinaria o inversiones para mantener activos inmobiliarios, por ejemplo.
El capex puede ser de mantenimiento o para crecimiento. En cualquiera de los dos casos, si los precios están aumentando, los costos de realizar dichas inversiones también se incrementarán, afectando de este modo la rentabilidad de la empresa.
También puede ocurrir el caso contrario, que la empresa ya haya realizado todas las inversiones necesarias en activos fijos en períodos anteriores, y luego durante el período inflacionario se vea beneficiada por un incremento en el precio de dichos activos. Esto pasa mucho con activos inmobiliarios, por ejemplo, que tienden a revalorizarse con el tiempo si es que son activos de calidad.
Deuda y estructura de capital
Otro de los puntos clave a analizar en entornos inflacionarios es cómo puede afectar la deuda a la empresa. Recordemos que siempre estamos buscando entender cuál será el efecto del aumento de precios sobre los flujos de fondos futuros, en este caso generados con deuda que posea la empresa.
Lo primero que tenemos que analizar es la estructura de la deuda. ¿Es a largo plazo o tenemos vencimientos a corto plazo? Si los vencimientos de la deuda son a largo plazo, nos encontramos en una situación favorable para la empresa ya que, con el valor del dinero decreciendo, lo que va a tener que devolver será menor en términos reales a lo que se pidió prestado.
Por otro lado, si la empresa debe refinanciar deuda en el corto plazo, probablemente se encuentre en una situación desfavorable ya que, durante períodos inflacionarios, no sólo la tasa de interés es más alta sino que también las condiciones para obtener préstamos son más restrictivas.
Lo segundo que hay que analizar son las condiciones en relación a la tasa de interés. ¿Es una tasa de interés variable o una tasa de interés fija? Si la tasa de interés es variable y la empresa tiene que realizar pagos dos veces al año, por ejemplo, lo más probable es que sea negativo para la empresa, dado que en entornos inflacionarios los bancos centrales generalmente elevan las tasas de referencia, incrementando así el costo de financiación para las empresas.
Si el costo de la deuda aumenta, la empresa tendrá que pagar más intereses, lo que afectará negativamente su rentabilidad y disminuirá los flujos de efectivo.
Si la tasa de interés es fija, es más conveniente para la empresa ya que el valor real de la moneda va disminuyendo y, en consecuencia, los intereses se vuelven menos relevantes en términos reales.
Capacidad para aumentar de precios
Siempre digo que una de las principales características que busco a la hora de invertir en una empresa es que tenga un moat o ventaja competitiva diferencial. Esto, entre otras cosas, le va a permitir a la compañía tener ciertas facilidades a la hora de aumentar precios en entornos inflacionarios sin perder volumen de venta.
Esta habilidad para aumentar precios sin afectar el volumen de ventas puede deberse a diversos factores, entre ellos: a un efecto de marca, un efecto regulatorio, costos de cambio o la existencia de efectos de red.
Uno de los ejemplos más clásicos de este tipo de situaciones es “See’s Candies» bajo la supervisión de Warren Buffett. Esta empresa, fabricante de chocolates en California, tiene una de las marcas más reconocidas de la industria y por lo tanto una gran capacidad de aumentar los precios año tras año a un ritmo un poco mayor que la inflación, lo que, de hecho, ha estado haciendo por décadas.
Otro ejemplo clásico, es el costo de la entrada a los parques de atracciones administrados por Disney, donde el precio del ticket promedio ha venido aumentando por encima de la inflación en los últimos años.
Factores adicionales a tener en cuenta
Por último, hay dos factores adicionales que también deberíamos analizar a la hora de entender cómo la inflación puede afectar la rentabilidad de la compañía.
En primer lugar, hay que observar las fluctuaciones en los tipos de cambio. Los países con alta inflación suelen tener tipos de cambio que tienden a depreciarse contra las monedas «duras», muchas veces a un ritmo mayor que la inflación. Si la empresa exporta sus productos y recibe pagos en monedas estables, pero tiene sus costos en moneda local, puede verse favorecida en un entorno inflacionario. Sin embargo, esto es algo que hay que analizar caso por caso.
En segundo lugar, también es importante analizar el efectivo en caja con el que cuenta la empresa. Si representa gran parte de los activos y no está invertido, entonces es probable que el poder adquisitivo de ese capital se vaya erosionando. Por eso, es fundamental entender cuál es la política de la empresa en relación a cómo planean invertir dichos fondos.
Conclusión
Hemos visto entonces que un aumento generalizado en los precios provocado por una caída en el valor del dinero puede tener varios efectos en las empresas.
Lo primero que debemos entender es cómo puede verse afectada su estructura de costos en sus diferentes dimensiones, ya sea por aumentos en materias primas, salarios, maquinaria y otros activos fijos, o por aumentos directos en sus costos de financiación debido a incrementos en la tasa de interés.
Lo segundo que tenemos que tratar de anticipar es la capacidad de la empresa para mitigar estos aumentos de costos trasladándoselos a los clientes vía aumentos de precios. Deberíamos ser capaces de responder cuánto puede trasladar y cuál puede ser el efecto en el volumen de ventas.
Una vez realizado este análisis estarás en condiciones de anticipar cuáles pueden ser los diferentes escenarios en la rentabilidad de la empresa ante períodos inflacionarios.
¡Espero que te sirva!
Un saludo,
Mauricio Heck
MUY BUENO!!! Agradecido como siempre