Procedimiento de Pago de Dividendos

Introducción al pago de dividendos

Cuando cualquier inversor compra acciones en el mercado de valores, normalmente lo hace por la obtención de una rentabilidad procedente de dicha adquisición. Esa rentabilidad puede proceder de dos fuentes fundamentales:

  1. La primera tiene como origen la revalorización del precio de la acción, dadas las expectativas futuras de la compañía que representa la acción en cuestión. En ese caso, el inversor irá al mercado y pondrá a la venta su título, obteniendo una plusvalía o minusvalía en función de su precio actual y las leyes de oferta y demanda del propio mercado.
  2. La segunda fuente de rentabilidad procede del reparto de dividendos que la compañía puede hacer al final del ejercicio a sus accionistas. Dichos dividendos proceden del beneficio obtenido por la actividad de la misma, y son objeto de deseo de muchos inversores.

Evidentemente, por la propia naturaleza del dividendo, se trata de un importe que varía año a año en base a los resultados operativos de la sociedad.

Cuantía y aprobación del dividendo

Cualquier reparto de dividendos debe ser aprobado por la junta general de accionistas de la compañía, una vez se aprueban las cuentas anuales de la organización, decidiendo qué parte del beneficio bruto se repartirá, y cual se dedicará a reservas.

Aparte de los criterios legales sobre los porcentajes a dedicar a reservas, no hay ninguna norma fija sobre cuál es la cantidad óptima a repartir. Sí que es cierto que un reparto de dividendos pequeño atraerá menos accionistas. Los dividendos se determinan por acción, estableciéndose la cantidad que se repartirá por cada uno de los títulos en propiedad de los accionistas.

En el momento de anunciar el dividendo, se establecen la Fecha de Registro y la Fecha de Corte, que determina qué accionistas tienen derecho a percibir el dividendo, que nos otros que los propietarios en la fecha de registro, y los que adquirieron la acción con anterioridad a la fecha de corte.

Pasemos a ver los posibles dividendos que se pueden repartir a los accionistas de una empresa.

Pago de dividendos en efectivo

El pago de dividendos en efectivo se corresponde a un tipo de remuneración líquida que se da a cada uno de los propietarios de acciones.

Cabe destacar que cualquier reparto de dividendos de esta naturaleza, está sujeta a las leyes impositivas de retención fiscal, por lo que a la hora de analizar la inversión, hay que tener en cuenta que normalmente, en las memorias de las sociedades se expresa el dividendo bruto, antes de la aplicación de impuestos.

Dentro del procedimiento de pago de dividendos en efectivo, es relativamente común que en el transcurso del ejercicio se entregue una cantidad a cuenta de los posibles dividendos a repartir al finalizar el ejercicio.

Así, una vez concluya éste, podemos tener el denominado dividendo complementario, que representa la diferencia del dividendo final con respecto del dividendo a cuenta.

Pago de dividendos en acciones

Por contra, los dividendos en acciones se realizan entregando nuevos títulos que se fraccionan entre los propietarios de acciones actuales.

Es una buena idea para aquellos inversores que desean maximizar el valor de las acciones. En este caso, la junta de accionistas debe decidir si entrega esas acciones procedente de la autocartera, o realiza una nueva ampliación de capital. Cabe destacar que el inversor puede llevar al mercado los nuevos títulos que se le ofrecen, si lo que quiere es recibir, de cualquier manera, dinero en efectivo.

En los últimos años, incluso algunas sociedades están optando por dar las dos opciones al accionista: cobrar el reparto de dividendos en efectivo, o con acciones adicionales.

Puedes consultar además otros artículos del blog cómo «El Inversor Inteligente en PDF» y «Libros de Warren Buffett«.

Bibliografía

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