Introducción al interés simple
El interés de un préstamo o inversión se corresponde con la contraprestación económica que obtiene el prestamista o inversor por haber prescindido del capital durante la vigencia del acuerdo y la fórmula del interés simple por lo tanto es:
I = C*i*t
Donde I es el interés ganado o pagado, C es el capital prestado, «i» es la tasa de interés y «t» es la cantidad de períodos o la duración del préstamo.
El interés se calcula normalmente a partir de un porcentaje a aplicar sobre el capital para un periodo determinado; lo más común es ver créditos con un interés que se traduce en un porcentaje anual sobre el capital invertido.
Ese porcentaje sobre el capital principal es lo que se denomina tasa o tipo de interés, y se acuerda al inicio de la operación para todo el periodo de duración de esta.
La consecuencia es que la persona que recibe el dinero, debe devolver a la entidad que se lo ha prestado, o al inversor, el capital más el porcentaje o tasa de interés declarada aplicada al capital.
¿Qué es el interés simple?
Teniendo en cuenta lo anterior, existen diversos métodos de aplicación del interés en las operaciones financieras.
El interés simple o el cálculo de intereses de capitalización simple, es el método más sencillo de todos, ya que consiste en aplicar la tasa directamente al capital prestado o invertido de manera directa, sin ningún otro tipo de condicionante.
Normalmente, el interés simple se aplica a operaciones a corto plazo; a largo plazo, el interés puede ser igualmente simple o por el contrario compuesto, en función del destino final de dichos intereses al final de cada periodo de capitalización.
Para una explicación más en detalle de de la fórmula del interés simple puedes ver el siguiente video:
¿Cuál es la fórmula del interés simple?
Para calcular el interés simple de una operación, sólo necesitaremos saber tres cosas:
- El capital inicial prestado o invertido, al que denominaremos C.
- La tasa de interés, al que denominaremos i.
- El tiempo o plazo de duración del préstamo o inversión, que denominaremos t.
Para conocer el interés ganado o pagado de una operación, al que llamaremos I, basta con aplicar la siguiente fórmula:
I = C*i*t
Ejemplo práctico del interés simple
Todo se ve mucho mejor con un ejemplo sencillo:
Imaginemos que necesitamos 6.500 € para costearnos un máster de negocios; como buenos estudiantes, necesitamos que alguien nos financie la operación, y se nos plantean dos alternativas:
- Nuestro amigo Romualdo, que jugaba al fútbol con nosotros de pequeño, y que ha triunfado en las categorías inferiores del equipo del pueblo, nos ofrece 6.500€, a cambio de que le devolvamos 7.500€ en un plazo de un año.
- Acudimos a una entidad bancaria, y nuestro agente comercial favorito nos ofrece la misma cantidad, con una tasa de interés de 7% anual.
Nos toca decidir si devolvemos 1.000 euros adicionales a nuestro amigo, o pagamos el interés simple del préstamo al banco.
Para ello, tendremos que aplicar la fórmula descrita anteriormente (I=C*i*t), donde:
C = 6.500€
i = 0,07*
t = 1
* Recuerda que la tasa de interés se expresa en porcentaje, por lo que tendremos que trasladarlo a la fórmula en su expresión decimal (7% equivale a 7/100=0,07).
El interés será, por tanto de 455€, por lo que tendremos que devolver al banco la cantidad del crédito principal, más sus correspondientes intereses (6.500€ + 455€ = 6.955€).
Sin duda, y abstrayéndose de cualquier otro tipo de connotación sentimental, la mejor opción, en este caso, es la del préstamo bancario.
NOTA: Como hemos comentado, el interés simple se utiliza normalmente en periodos de corto plazo; en el caso que dicho periodo sea de tan sólo unos meses, tendremos que fraccionar la variable t. Así, si el periodo de aplicación fuese de 9 meses en lugar de un año, t sería igual a 9/12.
gracias excelente explicaciòn